INTRODUCCIÓN: Verán, me he mudado a la ciudad de Buenos Aires hace dos meses. Desde entonces, he estado intentando buscar un trabajo decente con el cual pudiera ganarme el sustento de todos los días, e imaginarán ustedes mi sorpresa al encontrarme frente a un anuncio en el que se indicaba que una empresa necesitaba personal. Al parecer, se buscaba una recepcionista. No era el empleo que tenía en mente, pero decidí tomarlo, pues la preocupación de que llegaran las cuentas de ese mes y que yo no tuviera cómo pagarlas me acechaba.  Tomé el folleto entre mis manos y observé una dirección anotada en el extremo inferior derecho. Esperanzada paré al primer taxi que pasaba por allí y le entregué al chofer el papel ordenándole que me llevara hacia allí. El viaje no tomó más de diez minutos, y al poco tiempo me encontraba frente a un gigantesco edificio hecho de cristal.  En la entrada pude observar a dos agentes de seguridad y una puerta automática transparente. Me a...